sábado, 1 de abril de 2017

Resumen del libro de los cinco anillos


El libro de los cinco anillos escrito por Musashi Miyamoto, durante su retiro de ermitaño en la cueva de Reigandō (Kumamoto) entre 1643-1645, trata sobre el   Análisis estratégico del combate en tiempos del autor, considerado un tratado clásico sobre la estrategia militar en el Japón antiguo.

Comienza con una introducción, donde el propio Musashi hace una breve presentación, expone su experiencia como guerrero y su dedicación por adquirir los principios del Camino de la estrategia del Niten Ichi Ryu. 

Aunque para los tiempos actuales pueda parecernos fuera de lugar, sirve para resaltar el esfuerzo y la búsqueda de la superación mediante la practica disciplinada del oficio ó profesión que se profesa, Musashi desde su juventud busco el perfeccionar su habilidad en la actividad en la que se desenvolvía, cabe resaltar que la actividad de guerrero era considerado una profesión en el Japón antiguo, como lo era el ser carpintero, comerciante ó constructor.

Desde su concepción puramente formal, el libro describe una serie de etapas pensadas, para guiarnos por el camino del crecimiento personal en cualquier plano donde busquemos desenvolvernos, así lo imaginó Musashi al dividirlo en cinco capítulos ó anillos.
 
  1. El Manuscrito de la Tierra
  2. El Manuscrito del Agua
  3. El Manuscrito del Fuego
  4. El Manuscrito del Viento
  5. El Manuscrito del Vacío
 
Los manuscritos se nombran inspirados en los algunos de los elementos que conforman la naturaleza de acuerdo a la filosofía budista.

El Manuscrito de la Tierra

En este capítulo trata la importancia de la estrategia militar, ó  “Camino de la estrategia”, establece cuál es el espíritu y los requisitos morales para comprender este camino.

Su escuela enseña la ventaja que ofrece el estilo de combate con dos sables al mismo tiempo: el sable largo (katana) y el corto (wakizashi).

Hace comparaciones del camino estratégico del guerrero con el camino de otros oficios tales como el del agricultor, del comerciante, etc.

Musashi compara las características del sable con las de otras armas tales como la lanza, el arco y la alabarda, explica también la importancia de manejar adecuadamente los tiempos y ritmos en la estrategia, lo que implica hacer las cosas en el tiempo preciso ú oportuno para triunfar, podríamos hacer una analogía con el trading al emplear el análisis técnico, contamos con herramientas como el uso de indicadores y osciladores, también los retroceso de Fibonacci, medias móviles, RSI, MACD etc, etc.

También trata sobre la planificación, organización y liderazgo usando comparaciones metafóricas, una de las metáforas más destacadas es la del “carpintero”, en el antiguo Japón llamaban carpintero al arquitecto ó al constructor de edificios, porque en aquel tiempo las edificaciones comunes eran de madera y sólo las fortificaciones ó castillos eran de piedra y madera. 

Así que cuando Musashi trata sobre el “Camino del carpintero” en realidad se refiere al “Camino del Constructor”, empleando la comparación del Constructor, Musashi establece cómo debe ser aplicada la estrategia: así como un Constructor planifica el proyecto en su medida correcta y basándose en este plan realiza el trabajo, así se debe aplicar la estrategia en el campo militar ó en otros oficios. 

Luego, Musashi describe que aquel que dirige correctamente la construcción, selecciona la buena madera y la que es más fuerte para las columnas ó pilares, la madera menos fuerte para umbrales, puertas, las maderas nudosas ó de mala calidad sirven para ayudar a la construcción como hacer andamios, y luego para hacer leña. 

Con esta descripción, Musashi enseña que en toda empresa ó proyecto se debe colocar el material con que se cuenta en virtud de su característica, en el lugar que le corresponde para lograr una construcción solida, porque si no se logra distribuir todos los recursos de forma adecuada para lograr una meta, entonces simplemente se fracasará, ó en otras palabras si usamos madera mala ó con fallas para construir columnas, éstas tarde ó temprano colapsaran y caerá  la construcción.

Después Musashi sigue usando la comparación de la arquitectura con el Camino de la estrategia y dice que el jefe de construcción designa sus hombres adecuadamente: los especialistas para fabricar las distintas capas de pisos, especialistas para construir puertas, umbrales, dinteles, techos etc. 

La gente menos preparada es usada para ensamblar, fabricar cuñas y trabajos diversos, con esta comparación Musashi enseña que el líder debe seleccionar apropiadamente el personal que reúna el perfil adecuado para lograr la realización de sus proyectos. 

El líder debe conocer las habilidades de cada uno de sus subordinados y por lo tanto saber delegar responsabilidades, aquel dirigente que no conozca las características de su personal, tiende al fracaso, un líder debe saber discernir quién de su personal puede ayudar ó desempeñarse mejor en una determinada labor.

 Musashi establece principios para alcanzar el Camino de la estrategia:
 
  • Pensar honestamente.
  • Entrenar constantemente física y mentalmente.
  • Conocer otras artes marciales.
  • Conocer los Caminos de otras profesiones.
  • Distinguir las ventajas y desventajas de todo tema
  • Aprender a ver las cosas con un enfoque preciso.
  • Percibir y comprender aquellas cosas que a simple vista no se pueden ver.
  • Prestar atención a los pequeños detalles.
  • Hacer cosas útiles.
 
Musashi añade: “Guardar estos principios en tu corazón para entrenarse en el Camino de la estrategia, si no miras las cosas desde una amplia perspectiva será difícil que llegues a ser un experto en la estrategia”, afirma que el que domina este Camino es capaz de doblegar a más de veinte enemigos, el líder que aplica el Camino de la estrategia es capaz de dirigir competentemente a sus subordinados.

Finalmente, culmina las lecciones de este manuscrito con esta frase: “Saber cómo se ganar ayuda a uno mismo y al prestigio, esto es el Camino de la estrategia”.

El Manuscrito del Agua

En este capítulo explica métodos para alcanzar la victoria, usando ciertas posturas, técnicas para empuñar el sable correctamente, para mover el cuerpo, diferentes técnicas de corte, el manejo de ritmos, tiempos, de cómo combatir contra varios adversarios a la vez. 

El interés de Musashi se centra en que quiere que el practicante aprenda a moverse adecuadamente adquiriendo una flexibilidad natural adaptándose a las circunstancias con una fluidez como la del agua que se adapta a la forma del recipiente ó del cauce que lo contiene.

Musashi dice: “siguiendo al agua como modelo, el espíritu debe ser como el agua”, pero antes de comenzar formalmente las lecciones, Musashi recomienda enfáticamente que su libro debe leerse con mucho detenimiento: “Si interpretas estos textos a la ligera, cometerás muchos errores en el Camino”.

También recalca: “No leas por leer, ni imites, sino que debes tener interés por descubrir tú mismo estas cosas, se debe reflexionar para llegar a la comprensión”.

Después, da consejos importantes sobre el estado de ánimo ideal, en las cuales recomienda estar en equilibrio, el ánimo no debe estar sobresaltado pero tampoco desanimado. 

No debemos sentirnos superiores pero tampoco sentirnos menos, Musashi nos dice que los sentimientos no deben dominar al cuerpo, ni el cuerpo dominar a los sentimientos, debe haber un equilibrio, lo que sí debemos dominar todos es la inteligencia, la sabiduría en el campo donde nos desenvolvamos es lo que predomina.

Después de estos útiles consejos aplicables no sólo en las artes marciales sino también en la vida diaria, Musashi comienza formalmente sus lecciones técnicas, la explicación de estas técnicas involucran reflexión tal como Musashi lo advierte, por lo que sus lecciones del manejo del sable pueden considerarse metáforas que pueden aplicarse a cualquier actividad de la vida, de hecho Musashi casi en todo el libro después de que explica una técnica siempre termina cada lección con frases como: “Se debe estudiar bien”, “se debe pensar con cuidado”, “debes examinar para comprenderlo” ó “hay que reflexionar”, invitando a ver más allá de la simple lectura. 

Musashi dice al respecto: “Piensa a fondo cada letra y cada palabra de este libro”, por lo tanto, como sus lecciones son metafóricas, da lugar a distintos significados ó interpretaciones que se identifican ó se amoldan a cualquier actividad en la vida diaria y que no necesariamente tenga que ver con las artes marciales.

Entre las técnicas que guardan comparaciones ó metáforas destaca por ejemplo:

Vista y Percepción, uniendo ambos ojos, con "uniendo ambos ojos" Musashi se refiere a que hay que saber combinar el ojo de la vista con el ojo de la percepción. 

Aquí se le da importancia a la percepción que la simple vista en sí, Musashi dice "La percepción es fuerte y ves aquello donde la vista es débil", se deben ver las cosas desde una perspectiva amplia diferente a lo normal. 

Las cosas cercanas se deben ver como si estuvieran lejos y las cosas lejanas como si estuvieran cerca, esto significa que hay que buscar siempre el enfoque adecuado para comprender las cosas, se debe ver sin girar los ojos, es decir desarrollar la visión periférica, mirar atentamente y sin distracciones.

Otras técnicas importantes son las llamadas Las cinco posturas, las cuales son cinco posturas básicas de ponerse en guardia, Musashi aclara que estas posturas no son para defender sino que son para atacar, independientemente de la postura que uno adopte, lo primordial es pensar en la intención de enfrentar al enemigo.

Prácticamente la esencia de las lecciones de Musashi en el manejo de los dos sables gira en torno a unas técnicas llamadas Las cinco técnicas, las cuales consisten en cinco formas básicas de ataque y que tienen relación directa con las cinco posturas citadas anteriormente, otra de las técnicas que vale la pena mencionar es la llamada Postura sin postura, se explica un principio que consiste en “ponerse en guardia sin ponerse en guardia”, que en el combate no se debe estar siempre con una postura fija, sino que se debe cambiar constantemente la puesta en guardia de acuerdo a las circunstancias, del mismo modo como el agua cambia su forma de acuerdo a la forma del cauce por donde fluye ésta. 

Este es el motivo del nombre de este manuscrito, estos cambios son dinámicos que da la impresión de que no se adopta una postura, sin embargo allí están, a simple vista no se ve, pero allí están esas cinco técnicas que se han mencionado anteriormente. 

Musashi sorprende con otra de sus enseñanzas filosóficas a pesar de que usa frases simples. “Si piensas sólo en golpear ó tocar al enemigo, entonces probablemente no lo vencerás, es importante pensar en la necesidad del triunfo, una de las interpretaciones sobre esto, se refiere a que en cualquier actividad en la vida diaria se debe siempre visualizar la meta, si no se visualiza, nunca se llegará a ese objetivo. 

Dicho en otras palabras: si se ataca sin pensar ó sin visualizar en derrotar al adversario, entonces probablemente nunca se vecera, se debe actuar siempre teniendo presente en la mente, cuáles son los objetivos verdaderos, un proyecto sin objetivos definidos, no conduce a nada.

Después de varias técnicas más, termina este manuscrito recapitulando las lecciones anteriormente expuestas y encomienda al lector: “Recuerda que para vencer en la estrategia del sable, primero aprende las cinco posturas, las cinco técnicas, recordando el Camino del Sable”. 

Recomienda otra vez a modo de repaso, manejar correctamente el cuerpo y el sable suavemente con naturalidad, con ritmo, después agrega: “Aunque derrotes al enemigo, sin querer aprender, entonces no vas por el verdadero camino de la estrategia, en cambio si los aprendes, entonces serás capaz de vencer a decenas de adversarios.

El Manuscrito del Fuego

En este capitulo se describen técnicas que tienen que ver con diversas situaciones tales, como el ambiente donde se está peleando, manejar el estado de ánimo del oponente, qué actitudes adoptar de acuerdo a determinada situación, cómo aplicar la técnica adecuada según la circunstancia, cómo aplicar estrategias para engañar y sorprender al rival y otras técnicas.

En este capítulo Musashi una vez más reafirma que su “Camino de la estrategia” es el método seguro para que un solo hombre pueda vencer a cinco ó a varios adversarios, repite el razonamiento como en los manuscritos anteriores de que si "un hombre puede golpear a diez, entonces mil hombres pueden golpear diez mil".

Pero Musashi no sólo es un guerrero, también es un gran filósofo y acompaña sus lecciones haciendo comparaciones con situaciones de la vida cotidiana, por lo cual mucho de sus técnicas tienen nombres metafóricos.

En este manuscrito destacan los tres métodos para anticiparse al enemigo en el ataque: un método se llama Ken No Sen, en el cual nosotros tomamos la iniciativa, otro se llama Tai No Sen, el cual trata de cómo estar preparado cuando el enemigo toma la iniciativa, y el tercer método Tai Tai No Sen trata de cuando ambos peleadores comienzan al mismo tiempo el ataque.

Otra de las enseñanzas importantes del maestro es cuando compara una travesía marítima con determinada circunstancia que se nos pueda presentar en la vida, aquí el maestro dice que conociendo la ruta marítima, las circunstancias tales como el estado del clima, la dirección de los vientos, sabiendo cómo manejar adecuadamente la vela para aprovechar los vientos favorables ó incluso con viento en contra se puede remar y llegar a puerto seguro. 

Esta misma filosofía se aplica en una contienda contra el enemigo, así como uno se abre paso por el mar, así se debe abrir paso entre las filas del enemigo, se debe conocer la ruta y las circunstancias para vencer. Musashi dice al respecto: “En la estrategia, también es importante surcar la travesía en medio de la lucha”.

Otra técnica interesante es la llamada pensar como el enemigo. Ésta se refiere a que hay que ponerse en el lugar del enemigo, es decir desde su punto de vista, Musashi lo explica de esta manera: “generalmente la sociedad se convence de que un ladrón dentro de una casa es un enemigo fortificado, si se ve desde afuera, pero si imagináramos ser ese ladrón, entonces sentimos que todos los que están afuera son nuestros enemigos y las salidas están copadas, es una sensación desesperada. 

El que está encerrado se siente como un pavo y el que intenta entrar para atraparlo le parece que es un halcón”, después Musashi advierte: “si te convences de que el enemigo es fuerte, entonces te vuelves cauteloso”, esto significa que te preocupas más en defender que en atacar, y esto va en contra de los principios de Musashi, ya que Musashi prioriza pensar en atacar antes que pensar en defenderse, tal como lo recomendó en el manuscrito del agua.

Musashi dice que si estás preparado, si entiendes el espíritu de la estrategia, entonces no tienes por qué preocuparte, no hay que obsesionarse con la preocupación acerca de las cualidades del oponente, ya que si se piensa en eso, seguramente se va a perder. 

Más bien, se debe pensar qué es lo que piensa él de nosotros, pensar que él también se preocupa de nosotros, ponernos en su lugar, en otras palabras: No nos fijemos en lo qué el enemigo es capaz de hacernos sino que nos fijemos en lo que podemos hacerle a él. 

No debemos pensar que el enemigo es bueno, sino que debemos procurar que el enemigo piense que nosotros somos mejores, si combatimos pensando que el enemigo cree que somos superiores, entonces seremos capaces de hacerle frente, contando con una ventaja. 

El mismo Musashi afirma que si hacemos que el enemigo piense que nosotros somos maestros expertos, entonces probablemente será derrotado, mientras estamos peleando debemos pensar que él se preocupa de lo que somos capaces de hacerle, con esta mentalidad se ganan batallas.

Otra técnica notable de Musashi es la que se llama El cambio de la montaña y el mar, esta trata de que no es recomendable usar la misma técnica contra el adversario, se permite hasta dos veces, pero no más de ahí, si volvemos a emplear una técnica que ha fallado dos veces, entonces no tiene caso repetir una tercera, se debe cambiar de estrategia, Musashi lo explica de esta forma: “Si el enemigo piensa en la montaña, imponle el mar, y si él piensa en el mar, imponle la montaña, este es el Camino de la estrategia, invitando a la reflexión para que se aplique en la vida diaria.

Después de ésta y otras técnicas, Musashi termina este manuscrito garantizando al estudiante que el Camino de la estrategia lo mantendrá firme como una roca sin que nadie pueda moverlo.
Luego, como un adelanto de lo que tratará en el siguiente manuscrito, compara su camino con la enseñanza de otras escuelas y dice que esas escuelas no enseñan el camino verdadero del cuerpo y el espíritu aunque parezca que sí. 

El Manuscrito del Viento

Este capitulo también podría llamarse el Manuscrito del Estilo, ya que el carácter japonés para “viento” también significa “estilo”, este manuscrito es una serie de comparaciones entre las enseñanzas de Musashi y las técnicas de otras escuelas.

El maestro saca a relucir los defectos de esas escuelas, esas escuelas se estancan en viejas tradiciones, en cambio, la escuela de Musashi es más práctica y vanguardista, Musashi también critica a aquellas escuelas que sólo tienen interés comercial, alejándose del verdadero espíritu y que sólo se preocupan por el tamaño del sable en vez de preocuparse del tamaño del espíritu ó estado de ánimo de uno mismo y del enemigo.

Musashi dice que si se percibe el estado de ánimo y las intenciones del adversario, es lo que ayuda a ganar en vez de mirar el tamaño de sus armas, Musashi valora más el percibir que el mirar.

El maestro critica a esas escuelas que le dan excesiva importancia a las posturas en guardia, Musashi dice que las posturas tienen el espíritu defensivo en vez del espíritu combativo del camino de la estrategia, no le gusta el carácter estático y defensivo de las posturas, porque en un combate no tienen utilidad práctica. 

Musashi critica los protocolos de esas escuelas que le dan más importancia a las tradiciones que al verdadero crecimiento en las habilidades del discípulo, estos fueron algunos de los defectos de otras escuelas que Musashi describe en este manuscrito. Musashi advierte que para comprender lo que él enseña, es necesario conocer de antemano los errores de las técnicas enseñadas en otras escuelas.

El Manuscrito del Vacío

Éste es el último capítulo, el carácter japonés para “vacío” también significa “cielo”, aquí Musashi da sus últimas recomendaciones y aconseja no apartarse del camino verdadero, manteniendo un espíritu abierto, despejado, claro y sin confusiones. 

Musashi dice de esto: “el guerrero pule su corazón y mente, al punto de no caer en la oscuridad de un corazón confundido, también el guerrero ejercita en la vida diaria la vista y percepción sin que se nublen y cuando el cielo de la incertidumbre se le aclara, ahí está el Vacío verdadero”.

Regresando al primer capítulo del libro, el de la Tierra, en la sección en el que se hace una introducción de los cinco manuscritos, Musashi  describe el combate con el Vacío: “Se razona de lo aprendido y uno emplea este conocimiento, el Camino de la estrategia consiste en combatir con libertad y de forma natural”, con esta frase, Musashi conceptúa el Vacío en la mente, es decir, que debemos combatir sin detenernos a pensar en sus enseñanzas, más bien debemos combatir con naturalidad casi instintivamente, aplicando claro está sus enseñanzas, pero sin pensar en ellas en el momento de combatir y este consiste en emplear nuestra habilidad inconscientemente, sin pensar de lo que se ha aprendido, esto es el Vacío.

Este es el máximo nivel al que puede llegar un combatiente, al que casi nadie ó muy pocos llegan a convertirse y que se supone que Musashi lo logró: pelear con el Vacío en su espíritu, por algo el carácter japonés para “vacío” significa también “cielo”. 

Musashi pide que se analicen sus palabras para lograr el mejor entendimiento, aparentemente no es más que un simple libro de artes marciales, pero detrás de sus enseñanzas existen otros conceptos que uno tiene que descubrir por su propia cuenta, tal como él lo pide, es una de las razones por las cuales uno de los nueve principios que Musashi expone en el primer manuscrito es aquel que dice: “Percibe y comprende aquellas cosas que a simple vista no se pueden ver”, es decir, Musashi no quiere que su libro se lea a la ligera, sino que se vea más allá de cada palabra. 

En cierto modo, la mentalidad de los agricultores, artistas, artesanos, pintores, escultores, arquitectos, ingenieros y de otros profesionales en Japón, está inspirada de forma consciente ó inconsciente por la filosofía expuesta en el libro de los Cinco Anillos, el esfuerzo por ser mejores en nuestra profesión.

El Libro de Los Cinco Anillos no se restringió solo a los practicantes del arte de la espada, es referencia para hombres de negocios y de marketing de Japón, desde la década del 80, publicado también en el Occidente, se considera como uno de los mejores guías psicológicos de estrategia, un excelente libro de lectura para profesionales que necesitan motivarse para llegar a la meta que se han trazado.

Esta obra de estrategias militares que podría ser aplicada en “cualquier situación que exija planificación y táctica”, como en el caso del trading, fue concebida por Musashi, poco antes de morir, sus últimos dos años de vida fueron dedicados a inmortalizar la filosofía que desarrolló mientras buscaba la perfección de su conocimiento, mediante la practica a conciencia.